lunes, 30 de abril de 2012

CALUFORNICATION 5 Filosofía y Funcionamiento





El Calufornication no es un festival. La ya reconocible marca “calufo” se ha convertido en la reunión de la cultura hip hop sobre suelo majorero para alegría de sus miembros. Pero nadie debe olvidar que el proyecto, aún no teniendo muchas cosas claras al principio, siempre se basó en la necesidad de fomentar la creatividad de los artistas locales, ofreciéndoles un escaparate anual, más o menos digno, pero centrado en exclusiva en nuestra cultura, nueva y desconocida por la mayoría. Que tampoco se olvide que lo que ahora esperamos cada agosto, antes era un oscuro vacío, feo panorama de pocos locales donde poder hacer directos y escasa organización entre los pocos artistas activos de la isla. “¿Cuándo será el siguiente  directo de ese grupo? ¿Y de aquel otro? ¿Podremos juntarlos alguna vez?”
     Las anteriores preguntas las resolvimos todas desde la ilusión y el esfuerzo; creamos R.I.M.A., la primera “asociación cultural del hip hop de Fuerteventura” – como dice hoy nuestra pancarta - de inicio como mera plataforma para la correcta ejecución del evento Calufo, en su primera edición. Caótico y con el cutre sabor de lo improvisado, sin embargo llevaba realmente mucho trabajo detrás porque, si uno lo piensa, lo que se había creado era un evento exclusivo para el rap (y el ragga) a la orilla del mar (¡todavía no sé cómo pudimos convencer a tantos implicados para que fuera posible?!). El resultado: una reunión y orgullosa exhibición de las habilidades cultivadas durante aquellos por mc’s, dj’s, freestylers, escritores y algún bboy. Y no menos importante, un saco de errores con el que aprendimos importantes lecciones. Lejos de la rendición, nos hicimos la firme promesa de no dejar morir la idea. Crecería.
     Tres ediciones y años más tarde, dejamos de cometer los viejos fallos para crecer y cometer algunos nuevos, siempre con la intención de darle a la isla, y darnos a nosotros, algo que sólo era un sueño antes de todo el papeleo, las llamadas, los permisos, los emails, las reuniones, etc.
     Hoy, la directiva de R.I.M.A. es (y seguirá siendo hasta las elecciones de 2013) básicamente el tridente de soñadores que en aquella habitación se abrazó al “nadie mejor para hacerlo que nosotros mismos” y se preparó para los palos, lógicos, de tratar de romper el esquema de algún político cobarde y de mucho desconocedor de lo que es el hip hop bien entendido. Teníamos y tenemos claro que lo básico para mantener vivo el hip hop en la maxorata son las personas, y el saber tender abiertamente con ellas un diálogo, a base de tirar cuando se pueda y aflojar cuando toque, que ya ha dado mucho más que aquel “cada uno a lo suyo” que teníamos antes de organizarnos. Y para eso, y con motivo de la especial y hasta emotiva quinta edición del Calufo, escribo estas líneas sobre la filosofía del evento y su funcionamiento.
     La idea es crecer pero nunca para alejarnos de la intención original: que los grupos locales tengan su escenario garantizado. Así, 1) el Calufo manejará siempre a artistas invitados siempre que el tiempo de escenario esté garantizado para todos los socios que desean hacer uso de él. Es por este motivo, haber crecido en número de socios, que se plantea el cambio en la fórmula (ahora por fín en doble jornada) y en consecuencia de esto, el cambio de lugar. Nos alejamos de nuestros hornos, de nuestra playa, no sin algo de tristeza, para poder asumir con garantías el reto de recibir a artistas de otras islas con comodidad, gozar de iluminación, baños, zona de acampada para capacitar el aumento del número de asistentes provenientes de otras islas, etc. Eso nos llevó a compartir la responsabilidad de la organización con el Cabildo de Fuerteventura, pero siempre tenido en cuenta que 2) R.I.M.A. seguirá conservando el derecho exclusivo de imponer su criterio en cuanto a contenidos de dichas jornadas. Coorganizar, que es lo que ahora hacemos, es igual de duro pero mucho más productivo (por ejemplo, en lugar de buscar empresas que nos alquilen material, dejamos esa parte en manos de auténticos profesionales públicos para concentrarnos en lo que está más estrechamente relacionado con el escenario y lo que haya de mostrarse en él). El acuerdo con el Cabildo majorero pasa por seguir siendo 3) un encuentro a puertas abiertas de los miembros de esta cultura, gratuito para asistentes, desplazado donde la seguridad de un (hipotético) número de asistentes elevado sea una realidad y no un rezo, y sobre todo, que a los artistas de otras islas que decidan unirse no les suponga gasto alguno en la medida de lo posible. De lo recién explicado se derivan 4) Ningún grupo nunca cobrará por subirse a ese escenario que el Calufo quiere ofrecer anualmente, dando igual lo famosos o grande que sea, o lo ventajoso del trato que ofrezca y barato que se plantee; la organización te va a dar el mismo dinero si eres un chico que acaba de decidir que tiene las pelotas necesarias para subirse a ese escenario o si eres un hombres que varios albums profesionales a sus espaldas, ya que la intención es 5) ofrecer a los artistas venidos de fuera, a cambio de un mínimo de 30 minutos de su arte, cama, comida y el pago del desplazamiento (por diferentes vías) reduciendo al mínimo los gastos de formar parte del cartel del Calufornication.
     Como alguno ya habrá pensado, no sería bueno dejar de buscar traer a la isla a artistas que difícilmente vendrán sin inversión económica de por medio, y dado que pensamos igual, ya trabajamos en la creación de un festival al uso, un proyecto diferente y diferenciado, que sólo tendrá en común con el Calufo el hecho de que R.I.M.A. será quien tome la mayoría de las decisiones sobre el cartel y contenidos, dibujado con una filosofía distinta a la de nuestro calufornication. “Lebrancho Rap” como primo (más que hermano) del archiconocido “Lebrancho Rock” no es la única opción que tenemos en segundo plano.
     ¿Por qué no es el Calufo un festival? Porque todo este tiempo hemos estado atentos a lo ocurrido con otras iniciativas y festivales, en Fuerteventura y otras islas, a cómo trabajan sus organizadores, a lo que pesan lo que deciden determinados concejales, y se nos ocurre que la manera más sana de mantener un lugar garantizado para que los pibes y pibas que empiezan mejoren desde un escenario y plataforma mayor que la discoteca de turno, es declarar el Calufo zona libre de estúpidas pretenciones. Para explicarlo de una forma muy clara, lo que ocurrirá cada agosto será poco más o menos lo que para los lectores de comics son las convenciones donde creadores y seguidores comparten el espacio y establecen relaciones (comerciales si así lo deciden – no ponemos límite a los artistas en cuanto a la venta de su material, sean camisetas, maquetas o pegatinas). Ni más ni menos.
     Esto funciona por tanto de la siguiente manera:
1)      Artistas-grupo se preinscribe, enviando email a rima_ftv@hotmail.com

2)      La organización del Calufo (aquellos que curran en él) escucha lo que opinan los socios pero decide de entre todos lo preinscritos y según su criterio enviar tantas invitaciones como camas y comida pueda ofrecer.

3)      Los artistas-grupos con esa invitación firmada por el concejero de Juventud del Cabildo de Fuerteventura, y con siempre más de 90 días antes del evento como tiempo de maniobra, tienen ya lo necesario para, con argumentos de peso, que gestionan sus billetes a través de Canarias Crea http://www.gobiernodecanarias.org/cultura/actividades/cancreapag/cancreapag.html


4)      Se compone el cartel y se anuncia la participación de todos, locales e invitados, sin que los horarios se conozcan hasta el día del tradicional PreCalufo, fiesta anunciadora previa que involucra sorteos basados en azar puro como herramienta de composición de parte de esos horarios de actuación, al mismo tiempo que ofrece completa información sobre todo lo relativo a las jornadas cerrado hasta ese momento.

5)      Nos reunimos todos en Tefía, Puerto del Rosario, y comienzan las jornadas.


     Quiero terminar escribiendo que algunas veces, cuando me faltan las fuerzas y pienso que es absurdo pelear por alguien que no salga en mi espejo, cuando coqueteo con la idea de que preocuparse por lo común es alimentar la leyenda de los estúpidos soñadores que pisaron por donde pisamos nosotros ahora, entonces, llega un chico que empieza, que sabes que está lleno con una versión pura y sin pulir de la pasión que tú también tienes, y te pregunta si puede formar parte de ese proyecto que te roba  tiempo con la familia, con tu chica, con colegas que siguen sin entender qué ganas preocupándote por hacer crecer una cultura que surge a tantos kilómetros y que, por tanto, debería más irte que venirte. Para los que sí lo entienden hacemos el Calufo 5. Gracias a todos los que ponen su esfuerzo y su arte detrás para que esa pasión compartida se escuche y se vea en la isla del viento. Los esperamos a todos en el albergue con el suelo, los muros y los micros listos.
Guillermo aka Gilo [portavoz]




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